Coherencia y cohesión
1- Coherencia y cohesión
Los textos son una secuencia estructurada de palabras que se ordenan en
enunciados, los que formando una cadena, generan al texto.
El enunciado es una unidad formada por una secuencia de palabras y que
comunica un significado completo.
Ejemplo:
"Las mujeres y hombres del Paleolítico superior se dedicaron a la
recolección, la caza y marisqueo".
2- La coherencia
Es la unidad semántica de un texto. En otras palabras, es la conexión
necesaria que debe existir entre las ideas que presenta un texto para
desarrollar el tema.
Ejemplo:
La
mudanza de María
Cuando
llegó María con sus cuadros después comió la ensalada porque no mañana.
El texto que acabas de leer sería caracterizado por cualquier lector como
un texto incoherente, porque no tiene unidad en las ideas que entrega, ni
tampoco entrega alguna posibilidad de ordenarlas jerárquicamente ( tal vez lo
único que podríamos decir de él es que cada planteamiento se desprende del
anterior y así sucesivamente en una cadena sin fin, a menos que el lector se
aburra, como probablemente sucederá).
La coherencia de un texto se funda sobre la base de que los elementos presentes en
él permanecen a lo largo de todo el mensaje. Ahora bien, en algunas tendencias
literarias donde se utiliza la "escritura automática" y la
"corriente de la consciencia" el texto puede presentar un aspecto de
incoherencia, pero eso no es así, porque esos textos están construidos de
manera tal que es posible asignarles un tema y una unidad, aunque ésta sea de
una naturaleza distinta a la que estamos habituados.
Ejemplo:
En
micro a mi casa
Camino
dando tumbos por una superficie movediza y saltona que me arroja contra los
fierros. Un cantor me salva y me sienta en la silla con una sonrisa en la cara.
Dame plata, platos, piticlín, plin, plin quién es la que viene ahí tan bonita y
tan gentil. Caras frías pegadas a la ventana, brisa golpeando la frente, la
señora que alega que no le han dado boleto y ma cama que espera mojada en la
casa.
Para que un texto sea coherente debe mantener un mismo tema y todos los
elementos que lo componen tienen que apuntar a ese tema. En otras palabras,
podemos decir que un texto es coherente cuando cada una de las partes que lo
conforman está relacionada con el tema central.
Coherencia global: Para que un texto sea coherente, debe
tener un tema central, y todas las ideas, principales y secundarias, deben
estar siempre relacionadas con esa idea.
Coherencia local: Todas las ideas deben organizarse de manera ordenada y
lógica, es decir, debe haber una secuencia interna que nos permita seguir el
texto y lograr una mejor comprensión de la información.
La coherencia local se manifiesta a través de la presencia o ausencia de
ciertos elementos, los que permiten relacionar las diferentes oraciones que
conforman el texto.
Estas relaciones particulares y locales se denominan cohesión.
La cohesión, por lo tanto, corresponde a la red de relaciones de significado
que se establecen dentro de un texto por medio de diferentes mecanismos, con el
objetivo de contribuir a su coherencia local y global.
3- La cohesión
Para que exista coherencia los elementos del texto deben estar relacionados
entre sí y conformar entre ellos una idea única y unitaria. Desde el punto de
vista formal, la coherencia se basa en el funcionamiento de una serie de
recursos para constituir relaciones entre los elementos de un texto.
La cohesión es una propiedad textual mediante la cual los enunciados de un
texto se relacionan correctamente desde el punto de vista léxico y gramatical.
Por lo tanto, diremos que existe cohesión en un texto cuando los enunciados
sucesivos aparecen debidamente trabados por conectores morfosintácticos y
léxico-semánticos, e incluso fónicos.
Estos son llamados recursos de cohesión.
- Referencia
- Sustitución
- Elipsis
- Los conectores
- Repetición por recurrencia
- Signos de puntuación
3.1- La referencia
Este mecanismo de cohesión establece una relación entre un elemento del
texto y otro u otros que están presentes en el mismo texto o en el contexto
situacional. La identificación de los referentes es un aspecto muy importante
en la comprensión de los textos, ya que incide en forma directa en el
procesamiento de la información. La referencia textual puede ser de dos clases:
a) Referencia exofórica
Se presenta cuando un elemento del texto alude a elementos de la realidad o
a factores extralingüísticos que no están en el texto sino en el contexto
situacional.
Ejemplo: Nosotros somos parte esencial de la Universidad
de Antioquia.
Nosotros establece una relación con alguno de los estamentos que hace parte
de la Universidad de Antioquia y que no está presente en el texto: estudiantes,
profesores, empleados, trabajadores, etc.
b) Referencia endofórica
Se presenta cuando la relación se establece con un referente que está
presente en el mismo texto.
Ejemplo: Nos hizo una oferta excelente. En ella, describe con
precisión todas las ventajas de la alianza.
El pronombre personal ella hace referencia a un grupo
nominal que está presente en el mismo texto: una oferta excelente.
Las referencias endofóricas pueden ser de dos tipos:
- Anafóricas: Ocurren cuando en el interior del texto se establece una referencia
retrospectiva, es decir, cuando un término alude a otro ya mencionado con
anterioridad. Los elementos anafóricos por excelencia son los llamados
proformas, que pueden ser de dos tipos: proformas gramaticales (los pronombres,
los artículos determinados y los adverbios) o proformas léxicas (se denominan
así a los elementos con significado léxico que actúan como sustitutos de
unidades léxicas: persona, cosa, hacer…)
- Catafóricas: Se presentan cuando en el interior de un texto se establece una
referencia prospectiva, es decir, cuando el sentido de un término depende de
otro que aparece posteriormente. Como la referencia catafórica anuncia algo,
con frecuencia aparece seguida de dos puntos (:) y de expresiones como
por ejemplo, tales como, etc.
3.2- Sustitución léxica
Es una forma de cohesión que consiste en sustituir un término por otro.
Dicha sustitución puede producirse mediante varios mecanismos, entre los cuales
citaremos los siguientes:
- Sustitución sinonímica: Puede ser mediante sinónimos
totales o referenciales (correferencia o sinonimia textual). alumno - aprendiz,
escuela – colegio - centro escolar, perro- can - animal, etc. En el ejemplo
anterior: Juan, el hermano mayor, el hombre, etc.
- Sustitución por hipónimos e hiperónimos. Un hiperónimo es
una palabra con un significado genérico, que puede dividirse a su vez en
distintas clases. Cada una de estas clases irá expresada por un hipónimo.
Así, por ejemplo, el hiperónimo PEZ establece una relación
semántica con otras palabras, sus hipónimos, que se corresponden
con las distintas clases de peces: lenguado, sollo, barbo...
Podemos decir que la hiperonimia / hiponimia es una relación análoga a la
sinonimia, aunque de una manera asimétrica: así, un barbo es también un pez, y
sería en cierto modo su sinónimo; sin embargo no ocurre lo mismo al revés pues
no todos los peces son barbos.
Este tipo de relación semántica puede repetirse a distintos niveles. Así, un hiperónimo como PEZ puede funcionar, a su vez, como hipónimo de un término más amplio.
Este tipo de relación semántica puede repetirse a distintos niveles. Así, un hiperónimo como PEZ puede funcionar, a su vez, como hipónimo de un término más amplio.
- Sustitución por metáfora o metonimia. Es un forma especial
de correferencia en cuanto a su contenido: se alude, en términos simples, a un
elemento “real” mediante una figura, un elemento “imaginado.”
- Sustitución por proformas léxicas, palabras muy generales que pueden
usarse en vez de otras más precisas. También llamados superhónimos.
3.3- Elipsis
Esta forma de cohesión consiste en suprimir la información que está
sobreentendida, y que, por lo tanto, el lector puede inferir sin ningún
inconveniente.
3.4- Los conectivos
También llamados conectores, relaciones conjuntivas o expresiones de
transición. Sirven para establecer relaciones lógicas entre las oraciones de un
texto. Expresan determinados sentidos y presuponen la existencia de otros
elementos. Se suelen definir como un conjunto de indicadores de texto que le
permiten al lector anticiparse al sentido en que el escritor manejará la siguiente
idea. Los conectivos textuales pueden ser adverbios, locuciones adverbiales,
conjunciones, preposiciones y frases conjuntivas, preposicionales o nominales.
Algunos son:
- Adición: además, más, aún, adicional a lo anterior, por otra parte, otro aspecto,
asimismo, por añadidura.
- Contraste: pero, sin embargo, por el contrario, no obstante, aunque, a pesar
de, inversamente, en cambio.
- Causa – efecto: porque, por consiguiente, así pues, por tanto, por lo tanto, por esta
razón, puesto que, ya que, en consecuencia, de ahí que, así, por este
motivo, pues, por eso, de modo que, según.
- Temporales: después, luego, más tarde, antes, seguidamente, a continuación,
entre tanto, posteriormente, ahora, ya, enseguida, inmediatamente,
cuando, en el momento, tiempo después, finalmente.
- Comparación: así como, tal como, tanto como, del mismo modo,
de la misma manera, asimismo, igualmente.
- Énfasis: sobre todo, ciertamente, lo que es más, lo que es peor, repetimos, en otras
palabras, como si fuera poco,
lo que es más importante, especialmente.
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